Este proyecto abarca la dotación de cinco alojamientos rurales dentro de un complejo de oleoturismo con almazara propia. 

El objetivo radica en conseguir “Un lugar perfecto para desconectar en el corazón del olivar más grande del mundo”. La propuesta alude al concepto de arquitectura mediterránea tradicional con predominancia de color blanco y madera, espacios de paz con gran iluminación natural sur, vinculada todas las estancias hacia una gran plaza con abundante presencia de vegetación autóctona y al fondo las privilegiadas vistas al mar de olivos.